Hoy tenemos este testimonio en el que agradecemos a David(hemos cambiado su nombre) la disposición de su parte de compartir este testimonio que aqueja a mucha gente, un enemigo silencioso que se llama DEPRESIÓN.
-Hola, soy David, y quiero compartir mi historia sobre cómo la depresión se apoderó de mi vida y cómo, con ayuda profesional, he comenzado a recuperar el control. Espero que mi testimonio pueda ayudar a otros que están pasando por algo similar.-
El Inicio de Mi Depresión
Hace aproximadamente tres años, comencé a sentirme diferente. Al principio, no sabía lo que estaba ocurriendo. Todo parecía normal, pero algo dentro de mí había cambiado. Empecé a perder el interés en actividades que antes disfrutaba, como salir con amigos, leer, y practicar deportes e incluso cuidar de mis hijos.
Sentimientos y Pensamientos
Los sentimientos de tristeza y desesperanza se volvieron constantes. Me sentía inútil y sin valor. Mi mente estaba plagada de pensamientos negativos y autocríticos. «No soy lo suficientemente bueno», «Nunca lograré nada», «¿Para qué seguir intentándolo?», eran frases que rondaban mi cabeza diariamente.
Impacto en Mi Vida
La depresión afectó todas las áreas de mi vida. En el trabajo, mi rendimiento disminuyó considerablemente. Perdí la concentración y cometí errores que nunca antes había cometido. Esto sólo alimentó más mi sensación de fracaso. Mi vida social también sufrió; me alejé de amigos y familiares porque sentía que no podía hablar con nadie sobre lo que estaba pasando.
Pérdidas Personales
Una de las mayores pérdidas que sufrí debido a la depresión fue mi relación con mi pareja. La falta de comunicación y mi incapacidad para disfrutar de nuestra vida juntos llevó a una ruptura dolorosa. Sentí que estaba perdiendo todo lo que una vez fue importante para mí. Mis hijos también se vieron afectados. Aunque intentaba mantener una fachada de normalidad, ellos notaron que algo no estaba bien. No tenía energía para jugar con ellos ni para estar presente en sus vidas. Me sentía avergonzado con ellos por no ser ni el esposo ni el padre que esperaban que fuera. Esta enfermedad puedo recordar que inició a raíz de un negocio que salió mal y perdí más de $50,000 que había conseguido gracias a mis ahorros y al deseo de otros amigos cercanos a emprender un negocio. No contaba con que las cosas no iban a funcionar y eso fue devastador para mi.
El Camino Hacia la Recuperación
Llegué a un punto en el que sabía que necesitaba ayuda y esto lo descubrí una noche en la que escuchaba voces en mi cabeza que incluso me hacían brincar de la cama, estas voces me decían que ya había llegado mi fin y que si no me suicidaba, ellas (las voces) lo harían. Al día siguiente salí a caminar y de «casualidad» vi un consultorio de terapia y me metí a pedir informes, me sentía tan mal que no me importó esperar 1 hora para que termine la sesión otra persona y así yo pudiera iniciar con un proceso de terapia profesional. No creía en eso, no creía que hablar con alguien (y que además me cobre) me iba a funcionar, pero no tenía más opciones, tenía mucho miedo que llegue la noche y esas voces vuelvan a aparecer. Mi terapeuta me ayudó a entender que la depresión es una enfermedad que necesita tratamiento, que no es algo que puedo superar solo.
El Proceso Terapéutico
A lo largo de las sesiones, trabajamos en identificar los patrones de pensamiento negativos y en desarrollar estrategias para manejarlos. Aprendí técnicas de mindfulness y ejercicios de respiración que me ayudaron a reducir la ansiedad y a vivir más en el presente. También trabajamos en establecer metas realistas y en reconstruir mi autoestima. Entré en un proceso de aceptación que hay cosas que no puedo cambiar pero que hay cosas que sí. El dolor de las pérdidas ha sido reenfocado y esto me ha permitido levantarme emocionalmente de nuevo, con nuevas ideas y nuevos patrones de pensamiento.
Mejoras Notables
Después de varios meses de terapia, comencé a notar mejoras significativas. Volví a disfrutar de las cosas pequeñas de la vida y a reconectar con amigos y familiares. Mi relación con mis hijos mejoró enormemente; volví a ser el padre presente y amoroso que siempre quise ser. Aunque todavía tengo días difíciles, ahora tengo las herramientas para manejarlos y no dejar que me hundan.
Si estás luchando contra la depresión, quiero que sepas que no estás solo y que hay ayuda disponible. La terapia ha sido una parte crucial de mi recuperación, y podría serlo para ti también. Te invito a que te pongas en contacto con Consciente lo Inconsciente. Hablar con un profesional puede ser el primer paso hacia una vida más plena y satisfactoria.
No esperes más. Tu bienestar y felicidad son importantes.
–David–